miércoles, 23 de marzo de 2016

Molino harinero

Visitamos el Molí de la Llavina en Centelles, uno de los últimos molinos accionados por la fuerza del agua que todavía funciona en Catalunya. Estábamos muy interesados en hacer esta salida, pues en nuestra finca de Cantabria hay un molino derruido. Nuestra ilusión sería reconstruirlo algún día.



Josep nos enseñó el funcionamiento del molino y nos relató  que pertenece a su familia desde hace más de 500 años; ya han pasado por él 20 generaciones de Llavina. Han investigado y encontrado documentación donde se nombra el molino, que datan del siglo XI. Impresionante!



Pudimos verlo en funcionamiento, como molía el grano y se convertía en harina, y como se puede variar su finura. Conservan ruedas que tienen unos cuantos siglos a cuestas. También muchos de los utensilios que usaban hace 100 años. Una visita muy interesante que te transporta en el tiempo.





 
Y para rematar, está ubicado en un entorno precioso. El molino de esta familia se ha ido transformando en una enorme masía junto a un bonito estanque. Hay animales de granja y rutas para dar un paseo por la zona.



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